La economía de Estados Unidos sufriría un duro golpe si se deportaran los 8.1 millones de trabajadores indocumentados que viven en el país, según un estudio dado a conocer ayer por un colectivo que agrupa a empresarios y otros sectores profesionales de Houston.
El estudio “Un recurso esencial”, dirigido por el economista Ray Perryman y difundido por Americans for Immigration Reform, advierte que una hipotética expulsión simultánea de los 8.1 millones de trabajadores indocumentados ocasionaría que el Producto Interior Bruto (PIB) de la primera economía del planeta pierda unos 652 mil millones de dólares.
Además, Perryman explicó que a esa cifra habría que añadirle la brusca caída del consumo de los trabajadores indocumentados expulsados y sus respectivas familas, lo que dispararía la pérdida de la economía nacional hasta 1.7 billones de dólares.
“Reforma comprensiva”. El director del estudio declaró que “la política que no va a funcionarle a Estados Unidos es una política de detenciones y deportaciones. Lo que el país necesita es una
reforma migratoria comprensiva”.
El especialista agregó que los “baby boomers”, generación que nació después de la Segunda Guerra Mundial y que ha sido la fuerza intelectual y laboral de los últimos 30 años, se están retirando y “no los pueden reemplazar como se hacía antes, con gente joven”.
Perryman detalló que esta imposibilidad de reemplazo se debe a varios factores, entre los que se cuentan que los estadounidenses jóvenes no quieren hacer determinados trabajos y que, incluso, en algunos casos ni siquiera están físicamente donde se les podría necesitar.
Tomado de la Cronica
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